Prohibir el uso del popote o plástico, no es suficiente.. ¿Qué tenemos que hacer , para rehabilitar nuestros océanos?

En la actualidad, la humanidad a perjudicado de manera agresiva al ecosistema, y uno de los más afectados son nuestros océanos. Pero este daño no sólo se representa con la invasión y el mal cuidado que damos a este ecosistema, también por aquellas herramientas e inventos humanos, que al final del día se convierten en desechos.

Ejemplo de esto: el plástico, material que en sus varias presentaciones tiene una vida de:

 

Material, que en su mayoría es de un solo uso, final que puede cambiarse, si nuestra capacidad de reciclaje dejará de ser deficiente, para mejorar y fortalecerse, haciéndose de manera constante e incluyente con nuestra sociedad.

 

 

Es entendible, por que se están implementando leyes de prohibición de este material y sus variables, vayamos a nuestro país vecino; Estados Unidos, pues en las playas de New Jersey, lugar que cuenta con alto nivel de turismo, se aprobó en Mayo de este año, lo que la Clean Ocean Action considera la ley más completa sobre este recurso, pues la misma consiste en prohibir a las empresas locales distribuir bolsas de plástico, popotes y recipientes de espuma de poliestireno.

 

 

Pero es importante saber que las aprobaciones de este tipo de leyes, no sólo benefician la disminución y contaminación que genera este material, si no que puede afectar, de manera unilateral a otros impactos ambientales, pues el plástico y material desechable requieren de una menor cantidad de recursos para su producción; como la tierra, emisiones de CO2 o agua, a diferencia del papel o el algodón.

Tomemos como ejemplo a Dinamarca, pues el Ministerio de Medio Ambiente de dicho país, dio a conocer, que es necesario reutilizar una bolsa hecha a base de papel, al menos 43 veces, para que pueda igualarse al impacto en contaminación que genera una bolsa de plástico desechable.

 

Pero toquemos uno de los temas con más auge e impacto en la actualidad…

 

El popote: actual (y al parecer eterno enemigo) del medio ambiente:

 

Para retomar y darle aún más importancia a este tópico, recordemos uno de los videos más virales dentro de la red, donde rescatan a una tortuga marina, extrayendo de su nariz un plástico…

 

 

Video que creó conciencia en aquellas personas, que tal vez nunca se detuvieron a pensar, si en realidad es necesario el uso de estos pequeños tubos de plástico, para sólo consumir una bebida en menos de 20 minutos.

¿Te has hecho la misma pregunta?

 

Un estudio realizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en México, indicó que el uso constante y continuo de este producto, dará como resultado, el consumo por persona de 38 mil popotes durante toda su vida, pero bien sabemos el final que tendrá la mayoría de este artículo, los cuales terminarán siendo arrastrados a ríos o mares.

 

Incluyamos cantidades y estadísticas aún más críticas, pues según la ONU y el  Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) expuso que nuestros océanos cuentan ya con 18 mil fragmentos de plástico por kilómetro cuadrado, suficiente residuo para matar a un millón de especies de aves y alrededor de cien mil mamíferos, pertenecientes a especies marinas.

 

 

De continuar así, nuestros mares ya no contarán con vida dentro de su ecosistema, para el año 2050, habrá más plásticos que especies en el mar.

La urgencia y la alta necesidad de llevar a cabo un cambio para esta problemática ha hecho que grandes empresas se unan al mismo, para generar más rápidos resultados. Tan es así, que una de las empresas más importantes del medio cafetero y restaurantero, como Starsbucks, prohíbe ya el uso de este material, no sólo en sus casi 28,000 puntos de venta y sucursales dentro de México y a nivel mundial, meta que se comprometen cumplir para el año 2020.

 

 

Dicha meta se enfoca en generar vasos reciclables y compostables, haciendo uso de materiales alternativos como el papel y plástico compostable, con ayuda de un presupuesto de 10 millones de USD, para llevar a cabo el desarrollo de esta estrategia, buscando como resultado, que se disminuya al menos una cifra de  1,000 millones de popotes de manera anual.

 

Pero no sólo industrias extranjeras se unen a este tipo de marcha por el cambio, existen empresas mexicanas como Cooperativa Pascual, distribuidor y generador de una de las bebidas más consumidas en nuestro país como lo es Boing, están ya en desarrollo en una campaña a favor del medio ambiente, conocida como “México Lindo y Querido 2018”, la cual tiene como finalidad el reciclaje, la reforestación de bosques y limpieza en playas.

Dicha empresa, al igual, pasa por un proceso de cambio en cuanto a los diseños de sus envases, buscando una presentación más amigable al ambiente, esto conlleva a omitir casi de manera total el uso de este tubo de plástico.

 

 

Jalisco es uno de los estados que más atención y avance ha demostrado en este tema, pues el Congreso del Estado tiene como objetivo implementar una ley que logre prohibir no sólo el uso de este utensilio, si no de cualquier tipo de artefacto derivado del plástico.

De ser aprobaba dicha normativa, los municipios tapatíos deberán adaptar sus reglamentos antes de finalizar este año, para poder dar inicio e implementar estos cambios para el 2019, es importante que sumado a esta iniciativa no pase por desapercibido dar difusión y apoyo a aquellas empresas generadoras de material y productos biodegradables, creando programas de promoción para dichas industrias.

 

Con un plan a largo plazo, Francia logró ser el primer país en poner en marcha la prohibición del uso del plástico y popotes, esto ocurrido en Septiembre del 2016, dicha iniciativa plantea, cómo periodo de cambio, que durante cuatro años (como meta; al 2020) se logrará fabricar la mitad estos artículos con material biodegradable, esto logrará aumentar este tipo de producción hasta un 60 por ciento, para el 2025.

 

 

Sí, hay muchas iniciativas y campañas ecológicas, dispuestas a disparar no sólo uno, sino varios cambios, generar impacto que logre despertar o sembrar un cambio, desde el núcleo de toda sociedad, como lo es la familia, hasta en grandes poblaciones. Esto concierne y se va moldeando en base a la cultura y manera de consumo que cada ciudadano va creando, será un proceso lento, los resultados podrán aparecer y hacerse visibles dentro de 10 años.

Si bien este tipo de programas obligarán a las grandes industrias productoras de este material a adaptarse a estas nuevas tendencias, también funge la tarea de educar de nueva cuenta al consumidor, para que dentro de sus actividades o hábitos elimine por completo el uso de este artículo.

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